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Así ven los colores los gatos

Los ojos de los gatos tienen una serie de características que los hacen diferentes tanto de los ojos humanos como de los caninos.

La variedad de colores que podemos ver en los ojos no es nada en comparación con la variedad de colores que los ojos pueden ver.

El ser humano tiene la llamada visión tricromática. Tenemos tres tipos de conos fotorreceptores que nos permiten percibir los tres colores primarios:  rojo, azul y verde.

Se ha calculado que cada uno de estos tres conos es capaz de percibir hasta 100 tonos diferentes de colores. Si juntamos todos los conos, son capaces de ver un millón de combinaciones diferentes de colores.

Algunos expertos van más allá, y opinan que dependiendo de la persona estaríamos hablando de entre 2,4 y 10 millones de colores.

La visión a color de las mascotas

En nuestras mascotas la situación no es tan buena, excepto que tengas una mascota atípica como una mariposa o una mantis marina.

Los perros y gatos tienen dicromatismo. A diferencia de nosotros, tienen dos tipos de conos en lugar de tres.

Los perros pueden percibir azules y amarillos, pero no rojos. El rojo lo ven como si fuera amarillo. El verde es directamente gris en sus ojos.

El mito de que ven en blanco y negro es eso, un mito. Su mundo es de tonos amarillos, azules y grises.

Los gatos tampoco pueden ver el rojo ni el verde. Para ellos, es un gris o un negro.

Este detalle es importante para el comportamiento de los gatos. Comprarle juguetes de esos colores les parecerá menos interesante, porque para ellos es un aburrido tono gris.

Sin embargo, se sentirán más cómodos en ambientes amarillos y azules, porque percibirán mejor lo que les rodea al poder ver esos colores.

No solo tienen un tipo de cono menos que nosotros, también tienen un menor número total. El ojo humano tiene aproximadamente diez veces más células cono que el ojo de un gato.

Aunque ambas especies veamos el azul y el amarillo, el ojo humano es capaz de distinguir mejor los diferentes tonos.

Los ojos de los gatos

Todo esto tiene cierto sentido evolutivo si pensamos que los gatos son cazadores nocturnos. Con poca luz, los colores no son tan importantes. En poca luz, el gato nos gana.

Los gatos tienen más células bastón en los ojos que nosotros. Los bastones son las células fotorreceptoras de la retina que se encargan de la visión periférica y nocturna (y no de los colores).

Además, tienen una sensibilidad mayor a la luz que los conos. Y una mayor capacidad de detectar el movimiento.

La visión periférica de la especie humana es de 180 grados. Cada ojo abarca 130 grados por sí mismo (lo que implica que una persona tuerta tiene una importante pérdida de visión periférica).

Por el contrario, los gatos tienen una visión periférica de 200 grados.

Dato curioso, aquí los perros son unos campeones, con 240 grados de visión periférica.

Otro detalle es la forma de la pupila. La especie humana tiene pupila redonda, como los perros. Los gatos, sin embargo, tienen una pupila con la forma elongada en vertical.

Su principal utilidad en cambiar su área dependiendo de las condiciones de luz. Pueden expandirse y estrecharse en mayor rango que las pupilas redondas “convencionales”.

Su otra función es partiendo de que los gatos son depredadores de emboscada. Necesitan hacer una valoración exacta de la distancia que les separa de sus presas. La forma vertical les ayuda a ganar nitidez y calcular mejor en ejes verticales.

Irónicamente, de cerca, los gatos ven peor. A esto contribuye el hecho de que tienen los ojos muy grandes en proporción a su cabeza y que los músculos oculares tienen problemas para regular la luz a esas distancias.

Los objetos que se encuentran a 25 centímetros de distancia, o más cerca, se vuelven borrosos y no pueden centrarse en ellos. Por eso los gatos son capaces de saltar grandes distancias con increíble precisión, pero luego para coger algo que tienen al lado mueven la pata con la torpeza de un borracho.

Precisamente sus bigotes están diseñados para compensar este fallo. Les ayudan a manejarse con lo que tienen cerca de la cara.

A grandes distancias, de nuevo, les ganamos. Entre los 30 y 60 metros de distancia, en general nuestra visión es más aguda que la suya. A partir de 60 metros, nosotros tampoco es que lo hagamos demasiado bien, vamos a ponernos en empate.

Dato curioso, los gatos tienen un punto ciego en la zona de su barbilla. Si les pones algo debajo de la nariz, no pueden verlo.

El arma secreta nocturna, el tapete lúcido

Como depredador nocturno, sus ojos tienen un último truco: el tapete lúcido o tapetum lucidum. Se trata de una capa de tejido situada detrás de la retina, similar a un espejo, que refleja la luz hacia los fotorreceptores.

En los gatos puede aumentar la luminosidad que les llega hasta un 40%.

No es algo único de los felinos, si no una adaptación común a muchos animales (sobre todo depredadores) de vida nocturna. Los perros o los cocodrilos, entre otros, también lo tienen. Sin embargo, los primates como nosotros, ardillas o la mayoría de las aves (con excepciones como los búhos).

Este tejido especializado es la razón de que en la oscuridad los ojos de algunos animales brillen.

Por desgracia, el tapete lúcido no es una estructura de quitar y poner a conveniencia. Incluso con su capacidad de estrechar la pupila, en las principales horas de luz, sus ojos se saturan de brillo y pierden definición. 

Sumando todos estos datos, los gatos ven entre seis y ocho veces mejor en la oscuridad que un humano promedio.

Esto es común a las diferentes razas de gatos, aunque sus ojos no sean idénticos.

Quizás has observado que algunas razas presentan ojos de tamaño diferente que otras en relación a su cuerpo. Da igual los ojos grandes del siamés o los pequeños y fijos del persa. Todos funcionan igual.

Si alguna vez quieres mimar a tu gato por sorpresa, aprovecha el mediodía e intentar llegarle lo más cerca posible de su cara cuanto antes.

Todo esto que hemos mencionado es en condiciones normales de salud. Evidentemente, los gatos no son inmunes a patologías que afectan a la visión, como la atrofia progresiva de retina. Si tu gato parece tener problemas en los ojos, nuestra recomendación es hacerle un chequeo lo antes posible. Tenga o no tenga problemas, nuestra recomendación es hacerle un análisis genético de Koko Genetics.