Hay cosas que los gatos hacen mejor que nosotros. Menos de las que ellos creen, pero siguen siendo bastantes.
Una de ellas es tener hijos.
Una gata tiene de media entre tres y seis gatitos por camada.
Sin embargo, el número de crías de un gato oscila entre una y doce. ¡Una cifra bastante sorprendente!
Si nos vamos a los casos extremos, rozamos lo increíble. El récord Guinness de crías en un gato es de 19 crías. La gata, una mezcla de siamés y burmés, los parió en 1970 en Oxfordshire, Reino Unido. Desgraciadamente, de los 19, 4 nacieron muertos.
La cantidad de crías es muy importante
Un exceso de crías conlleva un problema adicional: el número de pezones de la madre.
Una gata (y un gato) tiene entre seis y ocho pezones, aunque no todos producen leche.
Las crías suelen escoger un pezón y apropiárselo, eligiéndolo por el olor. Cada cría se queda con un pezón, al que considera suyo para alimentarse.
Los dueños de perros se sorprenderán de este dato, porque con esa especie no ocurre lo mismo. Los perros recién nacidos escogen los pezones al azar y no tienen uno favorito. Son caóticos desde su nacimiento.
Cuando hay más crías que pezones funcionales, es frecuente que uno de los recién nacidos muera por desnutrición, al no tener un pezón propio para obtener leche.
Por suerte, este problema no existe en los gatos domésticos, ya que los dueños pueden amamantarlos con biberón y leche comercial sin mayor problema. También se puede pesar a las crías periódicamente para controlar que el peso no sea bajo, asegurándose de que se amamantan, o suplementarlas artificialmente.
Estos suplementos se pueden usar incluso con las crías que se amamantan normalmente si muestran problemas de salud, para descargar parte del esfuerzo energético de la madre. En camadas grandes la gata te lo agradecerá.
Los factores influyen en el número de crías de un gato
Depende de múltiples factores:
- Edad. Cuanto mayor es la gata, a partir de un punto de vejez avanzado, el número de crías va disminuyendo. No es extraño que una gata tenga solo una cría en su última camada. El caso opuesto es también cierto. Las gatas jóvenes tienen menos crías, y van teniendo más por camada al madurar.
- Raza. Por alguna razón desconocida, se ha comprobado que los gatos de razas puras tienden a tener más crías que sus contrapartes de razas mezcladas. Y nadie sabe la razón. Si nos centramos en las razas, hay diferencias entre las crías que tienen. Por ejemplo, los gatos siameses y los orientales son más prolíficos en su descendencia. Por el contrario, la raza de los gatos persas tiene menos crías.
- Salud del gato. Es evidente que un gato enfermo o con problemas de salud tendrá menos crías que un gato en perfectas condiciones. Algunas patologías también disminuyen la cantidad de crías que tiene una gata, como el virus de la leucemia felina o el virus de la inmunodeficiencia felina.
- Número previo de partos. Las gatas primerizas normalmente tienen entre dos y tres gatos solo, en su primer parto. En los posteriores esa cantidad aumenta. El primero es una especie de prueba que realiza el propio cuerpo para acostumbrarse al proceso. Además, al ser madre primeriza, pocos gatos le da un margen para aprender a cuidarlos y prestarles atención.
Si pasamos de las crías en un parto a las crías a lo largo de una vida, una gata puede tener hasta 208 crías durante toda su vida.
Una gata puede quedar preñada con solo 4 meses de vida, y cada periodo de embarazo dura aproximadamente 2 meses. Si nos ponemos estrictos con los tiempos, la media son 65 días.
Además de que los gatos son muy entusiastas para el apareamiento. Pocas semanas después de dar a luz, una gata es capaz de aparearse de nuevo. Por lo que, en un año, una gata es capaz de quedarse preñada ¡hasta cinco veces!
Esos son muchos gatitos.
Tenemos el récord mundial del gato más activo del mundo en la tarea de mantener la supervivencia de su especie. Una gata atigrada, llamada Dusty, tuvo 420 gatitos a lo largo de 17 años.
Además, en los gatos, y otras especies animales, puede ocurrir un evento llamado superfecundación. La superfecundación ocurre cuando dos o más óvulos son fertilizados en el mismo ciclo menstrual, pero por espermatozoides de relaciones sexuales, y padres, diferentes.
Es algo que puede ocurrir incluso en la especie humana, pero en gatos es mucho más frecuente.
Los gatitos resultantes de la superfecundación nacen en la misma camada, pero no serían hermanos, sino hermanastros, ya que comparten madre, pero no padre.
Por lo demás, nacen en el mismo parto, con tiempos y pesos similares.
El parto de las gatas y sus crías
Con todo esto, los criadores expertos no dejan que sus gatas tengan más de dos camadas anuales, para que puedan recuperarse de los partos, y no desencadenar un exceso de gatos.
El proceso del parto en gatos suele ser fluido y sencillo. La mayoría de las veces no requieren ayuda externa y dura entre 4 y 16 horas, dependiendo de muchos factores, como la cantidad de crías.
Se recomienda que los recién nacidos permanezcan con su madre al menos un tiempo mínimo de 8 semanas.
Durante los primeros 7 – 10 días no abren los ojos, y cuando finalmente lo hacen, su visión es mucho peor que la de los adultos.
Durante las primeras semanas tampoco son capaces de regular bien su propia temperatura, y necesitan que su madre les estimule para orinar y defecar.
A partir de las dos semanas el desarrollo se acelera, empiezan a explorar por su cuenta, y a jugar entre ellos.
A las 4 semanas van destetándose y empezando a comer sólido. Para las 7 – 8 semanas de edad, toda su dieta debería ser comida sólida. Aunque algunos aun deciden, si su madre les deja, amamantarse en contadas ocasiones.
Si prefieres esterilizar a tus gatos, actualmente no hay ningún riesgo para su salud en el proceso. Y si quieres comprobar la salud de tus mascotas antes de cruzarlas y tener crías, el test de ADN para gatos de Koko Genetics te detecta los problemas genéticos que puedan tener.