Algunas personas se han preguntado en momentos de introspección, mientras observan a su perro hacer cosas de perro (que puede ser desde dormir al sol hasta comerse una rata muerta), ¿qué edad tiene mi perro? ¿Cómo saber la edad de un perro callejero?
Estas preguntas pueden ser porque el perro haya sido adoptado sin saber su fecha de nacimiento, o porque eres un desastre y no te acuerdas.
Por desgracia, saber la edad de un perro no es como con los árboles. No puedes cortarle el tronco, contar los anillos y esperar que vuelva a crecer. NO PUEDES. NO LO HAGAS.
Siendo sinceros, en gran parte queremos saber su edad cronológica para hacernos una idea de cuántos años tendría como persona, y los años que le quedan por vivir bien.
Quizás hayáis oído la regla de que un año de perro equivale a 7-8 años humanos. Mucha gente la ha escuchado de pequeños. Y se han pasado media vida engañados. NO TE LO CREAS. NO ES ASÍ.
Prometemos que es la última vez que usamos mayúsculas. En esta entrada.
Cómo se sabe la edad de un perro
Primero, no todos los perros envejecen igual. Las razas pequeñas generalmente viven más años (y envejecen mejor) que las razas grandes. Aunque un Pastor Alemán y un Yorkshire Terrier tengan la misma edad, no la van a aparentar.
El Gran Danés es uno de los perros con menos esperanza de vida, por ejemplo.
Entonces los perros grandes mueren antes que los pequeños porque envejecen más rápido. Se cree que su gran tamaño impone una carga adicional en sus procesos fisiológicos, desgastándolos más rápidamente.
Otro detalle es que su mayor tamaño y crecimiento les vuelve más vulnerables al cáncer. Si su cuerpo está enfocado en un crecimiento rápido de tamaño, pierde recursos en su mantenimiento. Además de que más células, y más recambio celular, implican un mayor riesgo de desarrollo tumoral.
Un estudio de la Universidad de Adelaide ha demostrado que las razas grandes tienen una mayor tasa de muerte por cáncer en edades tempranas que otras razas pequeñas.
Tampoco maduran a la misma velocidad. Aunque este proceso es una herramienta útil en cómo saber la edad de un cachorro de perro. Los perros pequeños alcanzan la madurez antes que los grandes. Se considera que los perros gigantes alcanzan la madurez a los 2 años, mientras que las especies de menor tamaño lo hacen a los 13-15 meses de edad.
De media, el interés social y sexual de los perros comienza a los 6-9 meses de edad, se pueden considerar adultos emocionales a los 15-18 meses y la madurez completa con 3-4 años. Aunque muchos perros deciden no demostrar esa madurez en toda su vida porque les encanta el caos.
Hay otros rasgos físicos que pueden dar pistas de la edad del animal. Si has buscado sobre estos temas, habrás leído cómo saber la edad de un perro por los dientes.
En la mayoría, a partir de las 12 semanas de vida, los dientes temporales caen para ser sustituidos por los definitivos. La dentición final la tenemos ya a los 6 meses. A modo de comparación, en los niños humanos este proceso inicia entre los 5 y 6 años y puede extenderse hasta los 10-11 años.
De nuevo, en los perros pequeños la dentición sale más tarde que en los grandes. Los expertos son capaces de dar una idea de la edad de un perro a partir del desgaste de su dentadura. Sin embargo, depende mucho de su dieta y estilo de vida.
Un blog de perros y de genética
Posiblemente la forma más fiable de saber la edad de un perro es mediante el reloj epigenético. También es llamado reloj por metilación del ADN, ya que mide esos valores para calcular la edad.
Con los años, la metilación en nuestro ADN, principalmente en las islas CpG, zonas del genoma con una gran concentración de citosinas y guaninas unidas por fosfatos, cambia. Midiendo estos niveles, podías calcular la edad del individuo.
Con el tiempo, el modelo de reloj epigenético ha ido mejorando, aunque usando la especie humana como modelo. Un avance interesante fue el GrimAge, una versión que añadía al cálculo factores ambientales como el tabaco, y parámetros individuales como el sexo o la edad cronológica.
En 2019 salió un estudio que trataba esta temática de forma científica. Quantitative translation of dog-to-human aging by conserved remodeling of epigenetic networks es una investigación que buscaba crear un modelo de envejecimiento en perros, mediante el estudio de los cambios epigenéticos, concretamente la metilación, y su comparación con los humanos.
El estudio se realizó en 104 perros con diferencias de edad en un rango de pocos meses a 16 años. Confirmaron que, al comparar la metilación de perros jóvenes con humanos jóvenes, y lo mismo con los individuos mayores de ambas especies, había una alta similitud. La metilación cambiaba según la edad de los perros igual que en humanos.
Consiguieron obtener una forma de calcular la edad equivalente de un perro con los humanos. Edad equivalente humana = 16 x ln (edad cronológica del perro) + 31. Para los que no sepáis demasiado de matemáticas, como yo, ln es el llamado logaritmo neperiano o logaritmo natural (en realidad son conceptos distintos, pero esto no es un blog de matemáticas). Por tanto, un perro de 2 años tendría 16 x ln (2) +31 = 42 años. Por si alguien es paranoico, el ln de 2 es 0.693.
¿Solucionado entonces? No, aunque al menos tenemos algo. Aunque el estudio se hizo en 104 perros, todos eran Labrador Retriever. Teniendo en cuenta que las razas de perros siguen ritmos de envejecimiento distintos, esta fórmula nos da una idea aproximada, pero sobre todo en perros pequeños, inexacta.
Sin extendernos demasiado, hoy en día es imposible saber la edad de un perro con exactitud.
Incluso mediante genética, desconocemos muchos detalles de sus procesos de envejecimiento para que sea tan fácil como mandar una muestra de saliva y que te digan en unas semanas cuál es su horóscopo chino. Lo sabemos porque trabajamos en esto.
En la genética, me refiero. No hacemos nada con horóscopos chinos.
Si quieres ver qué podemos enseñarte con genética sobre tu mascota, puedes ver nuestros test de ADN para perros de Koko Genetics.